Estiu 2023
LOS BRONCES DE RIACE. La mirada artística de Luigi Spina
Los denominados «Bronces de Riace» son dos esculturas de procedencia griega, fechadas a aproximadamente a mediados del siglo V a.C., halladas en el mar, el año 1972, cerca de Riace Marina, en la provincia de Reggio de Calabria (Italia).
Las dos esculturas forman parte de las obras maestras escultóricas más significativas del arte griego, y de los testimonios directos de los grandes maestros escultores de época clásica. Actualmente se exponen en el Museo Archeologico Nazionale di Reggio Calabria, institución, ciudad y región de las que se han convertido en un símbolo cultural de proyección universal.
En ocasión del cincuenta aniversario de su descubrimiento, el reconocido fotógrafo italiano Luigi Spina s’ha situado ante estas dos obras maestras del arte clásico y nos propone un recorrido a través de imágenes que permite captar los múltiples matices de su extraordinaria humanidad y belleza.
Presentada en el MAC en el contexto de los actos de celebración del treinta aniversario de la creación del Centre d’Arqueologia Subaquàtica de Catalunya (CASC), i en paralelo a la muestra «Naufragios. Historia sumergida», la exposición nos recuerda también la extraordinaria riqueza del patrimonio subacuático del Mediterráneo y la necesidad imperiosa de protegerlo.
LA ERA DE LOS HÉROES
Las estatuas se han denominado tradicionalmente el Bronce de Riace A y el B o el “Joven” y el “Viejo”, respectivamente. Se trata de dos figuras masculinas desnudas, en pie y de dimensiones lligeramente superiores a las reales (1,98 i 1,97 m), que imaginamos se completarían con la presencia de un escudo, un casco corintio en posición elevada y una lanza (que por desgracia no se encontraron).
Los bronces de Riace se crearon mediante el método «directo», es decir, se preparó un modelo de les distintas partes de la estatua con una mezcla de arcilla sobre barras de hierro; por encima se extendieron láminas de cera (del grosor que tendría el bronce), que el artista modelaría posteriormente hasta los más mínimos detalles que se deseaba reproducir en el metal. A continuación, se cubrió la cera con una capa de arcilla refractaria (manto) y se fundió, dejándola salir por unos canales. De este modo se creó un espacio vacío entre el manto de arcilla y el núcleo interno. En este espacio se vertió el bronce fundido que reprodujo la huella dejada por la cera. Finalmente, una vez enfriado el bronce, se retiró la capa exterior. Las diversas piezas obtenidas de este modo se soldaron entre sí, se les incorporaron los retoques finales y las aplicaciones que dieron como resultado la obra acabada.
Cuando se analizaron las tierras de fusión muestreadas durante la restauración de las dos estatuas se obtuvo valiosa información sobre la posible zona de producción de los bronces de Riace. Las correspondencias más importantes apuntan a la zona de Argos, sobre todo para las tierras de fundición del Bronce B, aunque no se excluye del todo la del Ática y Eubea.
Se trata por tanto de dos obras maestras de la gran producción broncística griega del siglo V a.C.
LA MIRADA DE LUIGI SPINA
Luigi Spina (1966) es un reconocido fotógrafo italiano, apasionado de la antigüedad clásica. Entre sus áreas principales de investigación se encuentran los anfiteatros, el sentido cívico de lo sagrado, las relaciones entre arte y fe, las identidades culturales antiguas y la comparación con la escultura clásica, entre otros temas vinculados a la arqueología y el arte antiguo. Su hilo conductor es la búsqueda de la belleza. Una belleza que siempre ha sido fugaz y temporal. Una belleza que, sin embargo, es mítica y regenerativa por lo que respecta la fugacidad de la vida humana y la fragilidad de las certezas humanas.
Ha publicado más de 22 libros de investigación personal y ha llevado a término prestigiosas campañas fotográficas para instituciones y museos. Su obra se ha expuesto en numerosos museos de Italia y de todo el mundo, con carácter permanente o a través de exposiciones temporales.
En su trabajo fotográfico sobre los Bronces de Riace, Luigi Spina captura toda la belleza de la desnudez sobre estas dos obras maestras de la antigüedad. En palabras suyas «el objetivo es crear un diálogo con aquello clásico que tenga una fuerza transversal propia y que no sea nada anacrónico. El propósito de la mi fotografía es hacer resaltar los contextos. Los Bronzes de Riace han perdido su contexto. Ahora son de todos y a la vez de nadie. Entonces corresponde al fotógrafo ofrecer contemporaneidad».
